Su equipo, a favor de la cuestión, se impone al del IES Calderón de la Barca, posicionado en contra, en una reñidísima final disputada en el Teatro Jovellanos; la alumna María Rodríguez, del centro ganador, se alza como mejor oradora del torneo

¿Qué fue lo que permitió florecer a la democracia ateniense? ¿Qué hizo que Roma llegase a forjar uno de los más poderosos imperios de la historia? ¿Qué permitió a Gran Bretaña expandirse por el globo como ninguna otra nación lo ha vuelto a lograr? No, no fueron sus poderosos ejércitos, ni el influjo de alguna suerte de destino manifiesto, ni tan siquiera lo abultado de sus arcas económicas… Fue la palabra. El adecuado uso de la misma, por parte de sus respectivos líderes, para convencer a las masas de a qué empresas destinar sus recursos y esfuerzos. Un poder, el de la oratoria, aún hoy en manos de muy pocas personas… De las que unas cuantas decenas, por séptimo año, se dieron cita este miércoles en el Teatro Jovellanos, convocadas a medirse en las semifinales y en la final de la VII Liga de Debate Escolar Municipal. Todo un acontecimiento para participantes y espectadores, la culminación última de un torneo al que han concurrido casi novecientos alumnos de Secundaria de la ciudad, y del que el equipo del IES Universidad Laboral emergió como vencedor por segundo año consecutivo, imponiéndose al del IES Calderón de la Barca en un ajustadísimo último duelo en torno a una cuestión tan polémica y actual, como apasionante y de afección directa sobre los protagonistas… ¿Están capacitados los jóvenes de dieciséis años para obtener el derecho al voto?
Por supuesto, llegar a ese desenlace no fue tan simple como intercambiar un par de palabras… Bajo el atento escrutinio del jurado, formado por representantes de la Fundación Municipal de Cultura (FMC), de la Asociación Habla Gijón, de la RTPA, de la Cadena SER y del diario miGijón, un total de seis centros educativos gijoneses, cinco públicos y uno concertado, participaron ayer en las cuatro últimas rondas de la competición, todas ellas dedicadas al mismo tema, eliminatorias por sistema, y en las que los roles de defensor y detractor fueron asignados por sorteo. El propio Universidad Laboral coprotagonizó el primer mano a mano, criticando la concesión de ese derecho frente a la enconada defensa desplegada por el IES Emilio Alarcos. Durante los siguientes minutos, y con el cronómetro controlado por el presentador Pablo García, argumentos a favor como la necesaria implicación de los jóvenes en la construcción de la democracia, por medio del voto, o la cada vez más temprana maduración de los adolescentes impuesta por la sociedad chocaron con razones en contra como el insuficiente desarrollo del lóbulo prefrontal a los dieciséis años, o la mayor vulnerabilidad de los jóvenes a las fake news que pueblan las redes sociales, su principal canal de información. Una lucha reñida de la que, en último término, el equipo de La Laboral salió airoso.
Menos suerte tuvieron los siguientes contendientes, el IES Rosario Acuña y el concertado Colegio Virgen Mediadora, de las Dominicas. Los estudiantes de este último, defensores de la otorgación del derecho a votar a los jóvenes de dieciséis años, llegaron a exhibir un reloj de arena como ejemplo del tiempo que pasa sin que los adolescentes tengan la oportunidad de influir en la definición del futuro, y otro mecánico, averiado, que simbolizaba ese mañana cautivo. Tales artificios, sin embargo, no arredraron a sus oponentes del Acuña; con una batería de argumentos bien armada, rescataron la baza de la susceptibilidad ante la desinformación… Aunque no con el suficiente vigor para vencer. Claro, que tampoco lo hizo el Virgen Mediadora; ninguno de los equipos de esa ronda obtuvo puntos suficientes para pasar a la final. Sí lo logró, en cambio, el Calderón, favorable a la concesión del voto en una tercera ronda en la que derrotó a un muy solvente IES Montevil. Y eso que los alumnos de este último sacaron al terreno de juego un ‘arma’ dialéctica hasta entonces no vista: la gran cuestión de si, más allá de poder, los jóvenes quieren asumir la responsabilidad de votar. Algo, para ellos, dudoso, toda vez que, a los dieciséis años, «la mitad no saben qué quieren hacer con sus vidas»; eso, por no hablar de la necesidad de que «disfruten de lo que queda de su infancia». Razones poderosas, que arrancaron los aplausos del público… Pero que no fueron suficientes. La capacidad oratoria de los del Calderón, si bien más agresiva, logró conquistar a los jueces por su elocuencia y su componente emocional. Así, la gran final estaba servida…
Los roles se invirtieron para ese último duelo, con el equipo del Universidad Laboral apuntalado en la bancada defensora, y el del Calderón, parapetado en la trinchera de la crítica. Sin apartarse de su estilo incisivo, los detractores compararon la puesta de la responsabilidad de votar en manos de personas de dieciséis años con el pilotaje de un avión por alguien sin preparación, experiencia o madurez suficientes para ello. Pero los de La Laboral no se acobardaron… Más aún, decididos a no recoger el guante de la polémica, estructuraron su contraataque sobre la serenidad, la paciencia y el lanzamiento de argumentos profundamente razonados, aderezados con preguntas incisivas con las que hacer tambalear los ‘proyectiles’ verbales de sus ‘enemigos’ dialécticos. Fue, en el sentido estricto de la expresión, una lucha de titanes, en la que ambos demostraron una altísima calidad… Pero que, como todo cara a cara, sólo tuvo un vencedor: el equipo del IES Universidad Laboral, formado por Nerea Cajigal, Liam Minneci, Lola Ayllón, Iria del Valle y María Rodríguez. Y no sólo eso… Por tres votos contra dos Rodríguez, capitana del anterior, fue reconocida como la mejor oradora del torneo.

Aun así, el talento desplegado por todos y cada uno de los participantes, tanto de los centros asistentes ayer como de aquellos que fueron quedándose en las rondas anteriores del campeonato, fue reconocido por la concejala de Cultura, la forista Montserrat López, encargada de entregar los diplomas a las cinco ganadoras. Tampoco David Vega, formador y coordinador de Actividades de Habla Gijón, ahorró elogios para todos y cada uno de los estudiantes que se han sumado a la Liga, enfatizando el trabajo hecho a lo largo del curso para mejorar habilidades como la expresión verbal y corporal, el comportamiento ante la audiencia y, por encima de todo, la construcción de argumentos de calidad, ya sean a favor o en contra del tema propuesto. Por su parte, ni siquiera aquellos centros que no participaron ayer se fueron con las manos vacías… Los jurados Pola Canteli, de la FMC; María Díaz, de Habla Gijón; Helia González, de la RTPA; Pablo González-Palacios, de la SER, y Borja Pino, de miGijón, otorgaron un diploma acreditativo a los diferentes conjuntos presentes en el Jovellanos.