La obra, que se representará este viernes en Avilés, aborda el caso ‘Alsasua’, en el que una trifulca en un bar de la localidad se saldó con una condena que aún hoy es tanto aplaudida como repudiada en España
Vox Avilés ha expresado su rechazo a la representación de la obra de teatro Altsasu en el Centro Niemeyer, calificándola de “blanqueo de la violencia y odio” hacia la Guardia Civil. Lo ha hecho la concejala de María Cruz Coto, quien a través de un comunicado denuncia su «rechazo total» a esta obra, que, según sus palabras, “desvirtúa los hechos ocurridos en Alsasua en 2016” y “promueve una visión distorsionada que normaliza el odio hacia nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad” y en la que señala que “exigimos respeto a nuestros guardias civiles, quienes merecen el apoyo de la sociedad en lugar de ser objeto de obras teatrales que manipulan la realidad, favoreciendo una imagen falsa que deslegitima su papel en nuestra democracia”.
Esta postura de Vox contra la obra ya se había manifestado a principios de este año en Madrid, cuando el partido protestó en el estreno de la obra en el Teatro de La Abadía, encabezados por dos de sus líderes más visibles entonces, Rocío Monasterio y Javier Ortega Smith. En aquella ocasión, un centenar de personas se congregaron en el exterior del teatro, donde corearon lemas como “podemitas terroristas” y lanzaron críticas al gobierno local y regional: “Ayuso, Almeida, están en la comedia”, según escribió entonces El Diario. La manifestación, acordonada por la Policía Nacional, se mantuvo sin incidentes graves, aunque se produjeron algunos enfrentamientos verbales entre los manifestantes y transeúntes que defendían la libertad de expresión.
La obra aborda la trifulca que el 15 de octubre de 2016 tuvo lugar en la localidad de Alsasua (Navarra), entre dos guardias civiles, sus parejas y un grupo de jóvenes en un bar. La misma resultó en una agresión a los guardias civiles, que incluyó golpes y amenazas y derivó en la detención de varios individuos. Ya en 2018 la Audiencia Nacional condenó a ocho de las personas que habrían intervenido en la pelea por delitos de lesiones, aunque descartó el delito de terrorismo. Posteriormente, el Tribunal Supremo ratificó las condenas, con penas que alcanzaron hasta los 13 años de prisión para algunos de los agresores, pero también excluyó el terrorismo.