«Agárrate a la silla como si fuera tu única pertenencia y defiéndela con uñas y dientes»
Está más que claro que nos gusta el alterne. Diría incluso que nos es tan necesario como el respirar, el pasear por la playa, el asomarse al Cerro a mirar ese inmenso horizonte e imaginar mil y una historietas…
Pero ¡claro! esta pandemia nos ha dejado poco margen de movimiento. Tan poco que lo único que podemos hacer para estirar un poco las piernas pero vestidas “de salir”, es recorrer las terrazas en busca de una mesa. Este último asunto es lo más complicado de todo el discurso. Porque intención de sentarte a tomar algo puedes tener mucha, muchísima. Ahora bien, que lo consigas o no, es otra cosa.
De hecho es imprescindible hacer un horario exhaustivo, sí.
Por ejemplo, la hora del desayuno es la más despejada. Ahora bien, como quieras ir a “vermutear” la cosa se complica muchísimo.
Pero miren, la dependienta Sely Avello y Laura Güimil, tuvieron suerte. Salieron a pasear a la “perrina” y encontraron sitio en una de las terrazas de Los Campinos o “los Patos” por los susodichos animalinos que habitaron en el estanque que forma parte del entorno junto con la pérgola, hace muchos años. ¡Bueno! una era pequeña, así que sí, hace muchos años.
Volviendo al vermuteo, si no se encuentra mesa para ese asunto, ya puede una darse hasta el tardeo por perdido porque, y la que suscribe lo dice con conocimiento de causa, es como el juego infantil de la silla. Una vez que sientes el culo, es mejor no levantarlo hasta que te echen. Agárrate a la silla como si fuera tu única pertenencia y defiéndela con uñas y dientes.
Lo más recomendable es elegir un sitio donde puedas tomarte desde un café con churros hasta un copazo y que además, y esto es de suma importancia, tengas un visual amplio y entretenido para “fisgar”. Porque ya que te remangas a salir… ¡Oye nunca se sabe!
En la zona de la Ruta, Dani G. Entrialgo recibió con gusto a la consultora Marta Fernández-Miranda y el empresario David Zapico, pudieron disfrutar de unos vinos después del trabajo.
Muchos pensaron lo mismo y aprovechando la buena temperatura también se dejaron ver de terraceo en el local de Andrea Juretich, el copy Ata Arróspide, los hermanos Ignacio y Elena Biain y Belar Corte.
Y como despedida de una jornada a medio gas, como son todas las de ahora, no podía faltar la visita a las hermanas Pirvu, Gianina y Ana María. Esta última fue la encargada de servir el último vino del día a Aurora Meana, a la estudiante de medicina Reyes Luengo y a la madre de esta, la procuradora, Reyes Muñiz.
En breve alargarán el horario de salida, lo que no quiere decir que nos durmamos en los laureles y empecemos a hacer el “pijo”. La vida de todos depende de lo que hagamos.
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