
«Ahora le toca el turno a la querida y radiofónica amiga Montse Martínez. Eso quiere decir que la emisaria de Pelayo, viajera de los viernes en el Tren de RTPA, se despide igualmente del programa»
Ahora le toca el turno a la querida y radiofónica amiga Montse Martínez. Eso quiere decir que la emisaria de Pelayo, viajera de los viernes en el Tren de RTPA, se despide igualmente del programa. La estación más dicharachera, loca y atrevida ha cerrado y con ella una historia viva de la radio asturiana. Entre sus seguidores, el mismísimo presidente del Principado, Adrián Barbón, que no tardó ni un minuto en felicitarla, nada más enterarse de su retirada. Ella fue la primera en hacerle una entrevista.
La amistad con esta rizosa despampanante comenzó en una escuela de baile de Gijón, “Jesdanza” de María Jesús López. No recordaremos el año porque igual hay desmayos, pero ya les anuncio que fue justo después del estreno de la película Flashdance. Echen cuentas ustedes mismos porque una no quiere el mal para nadie y menos para la recién jubilada que tiene muchas, muchísimas cosas que hacer a partir de ahora.
Pues eso que les contaba, las risas ya comenzaron entre espejos y barras de baile y de las otras. No vamos a negar ahora lo que hemos estado ensalzando a lo largo de once años en las ondas (comidas múltiples, festejos varios y noches sin reloj) Ese primer baile fue, nada más y nada menos, en las tablas de La Laboral, antes de su remodelación. El último, en una clase de swing con Robert Taboada. Ni pensar los “bailongos” que quedan por compartir ahora que le ha llegado la hora de parar su actividad laboral.
Ya se ha escrito la trayectoria de esta mujer con voz dulce y fuerte carácter, igual nos llevamos bien por eso, que comenzó en Radio Minuto en el año 1984 para después oírse en Radio Color.
Participó en Juegos sin fronteras, un programa de Televisión Española. “Llegamos hasta Italia para celebrar la final, en la que quedamos los últimos” comenta entre risas “Pero…qué bien lo pasamos”, recuerda.
De lo que no se ha hablado es de su gran humanidad, su sentido de la amistad y el gran amor que siente por los animales. De hecho en su casa viven como la misma monarquía británica, dos felinos que trastean a sus anchas por la finca de Carreño. Pichi y Zapita menean palmito entre flores y tumbonas para delicia de los que de vez en cuando disfrutamos de la hospitalidad, manjares y sidra de Montse y el arquitecto Inda Prendes, su marido.
Ahora podrá dedicar todo su tiempo a cantar, antes con los Adioses Jazz Coral, en estos momentos con los candasinos, Gospel Experience.
O quién sabe, igual se enreda en escribir otro libro. El primero fue Xixón en píldores, en el año 2016.
Lo que está claro es que no se quedará quieta.