La Federación Rural denuncia que no se flexibilizase el paso dada la gravedad del asunto tratado, el vial de Jove, y a la vista de que sus representantes oficiales no pudieron personarse; según el Ayuntamiento, habría bastado «enviar una notificación la noche antes» para posibilitarlo
Pocos temas de cuantos se han puesto sobre la mesa en los últimos meses en Gijón han generado tanto revuelo como el vial de Jove. Desde la negativa del Ministerio de Transportes a acometer el soterramiento inicialmente previsto, con su consiguiente reacción política y vecinal, al planteamiento de alternativas poco convincentes para los actores locales, y al definitivo descarte del proyecto ocurrido el pasado jueves, cada novedad, cada decisión, cada movimiento de pieza sobre el tablero ha tenido su contestación social. Casi siempre, crítica. Y, por si todo lo anterior fuese poco, entre los integrantes de la Federación de Asociaciones Vecinales de la Zona Rural ‘Les Caseríes’ se ha desatado un nuevo foco de indignación; esta vez, no contra el Gobierno de la nación, sino contra el Ayuntamiento. Desde el ente vecinal denuncian que el Consistorio prohibió el acceso al Consejo Social celebrado el viernes a varios miembros de su directiva, que acudieron ante la imposibilidad de los representantes oficialmente designados de personarse. Y son tajantes: si algo así se repite, la presencia de ‘Les Caseríes’ en los Consejos podría terminar.
Antes de detallar lo ocurrido conviene conocer el funcionamiento del órgano en cuestión. Dado su carácter reglado (del que carecen, por ejemplo, las mesas de trabajo, a las que es posible sumarse libremente), los integrantes del Consejo Social, provengan del colectivo que provengan, son designados por el Pleno municipal, de modo que su identidad, atribuciones y permisos no son libremente intercambiables. En el caso concreto de ‘Les Caseríes’, dispone de un representante titular y de otro suplente, ninguno de los cuales pudo hacer acto de presencia el viernes, por motivos de índole personal. Y he ahí el problema; a la vista de la gravedad del tema abordado ese día, la directiva federal entiende que se debería haber flexibilizado el acceso, permitiendo que pasase al Consejo, como mínimo, José Ramón Uría, su vicepresidente, que no uno de ambos representantes. Por el contrario, en el control de acceso a la Casa Consistorial no se le autorizó a entrar, dado que su nombre no aparecía en ninguna de las listas manejadas por el personal allí destacado. Esa fue la chispa que prendió la pólvora del malestar.
«Nos sentimos totalmente ofendidos con el desprecio que se nos hizo«, sentencia Miguel Llanos, presidente de ‘Les Caseríes’ y representante principal en el Consejo. Sus obligaciones laborales le hicieron imposible asistir, como tampoco a su suplente, por lo que solicitó a Uría que fuese en su lugar. El que este último, al final, se tuviese que quedar en la puerta fue un mazazo; en especial, combinado con el golpe que ya de por sí supuso saber que el proyecto del vial quedaba zanjado. «No estábamos hablando de un tema de seguridad nacional, y sí de algo importantísimo para la ciudad; por eso, pensamos que cualquier miembro acreditado de la directiva debería haber sido admitido, y no actuar tan a rajatabla», prosigue Llanos. Por descontado, en sus palabras no hay insinuación alguna de mala praxis por parte del Consistorio, pero sí la convicción de que es necesario revisar la norma vigente… Y con urgencia. «No sabemos si es oscurantismo actual, o su viene de antes, pero no lo consideramos propio. O la cosa cambia, o dejaremos de acudir a los Consejos«.
Aun sin haber sido puesto en cuestión lo ajustado de su comportamiento a lo que dice la norma, el Ayuntamiento sí ha alzado la voz para defenderse de las acusaciones. De entrada, fuentes municipales afirman que sí hubo un miembro de ‘Les Caseríes’ en el Consejo celebrado el viernes: Manuel González-Posada, secretario de la Federación Rural, quien, eso sí, acudió en calidad de representante de la Asociación Vecinal ‘San Julián’ de Roces. Aun así, desde el Consistorio conceden que, «dada la entidad de la situación que se iba a abordar, si se hubiera recibido una notificación previa (la noche antes, incluso) pidiendo que acudiera una persona pese a no figurar como titular o suplente, se hubiera aceptado de forma extraordinaria. Lamentablemente, eso no ocurrió«. Y concluyen asegurando que «nada más lejos de la intención de esta Administración que dejar al margen a una Federación tan importante como la rural de una cuestión trascendente para la ciudad«.