Los precios al alquiler han aumentado un 11,3% en Asturias respecto a los registrados en los mismos meses de 2023 y un 29,5% si se comparan a los datos de 2019, hace 5 años
En varias ciudades españolas este sábado hubo convocadas manifestaciones de distintos sindicatos y asociaciones de inquilinos para protestar contra lo que califican como «el negocio de la vivienda». Había convocadas concentraciones en Barcelona, Girona, Lleida, Burgos, Jerez… Y también de forma simultánea, en Oviedo y Gijón. En esta última, el Sindicatu Vivienda d’Asturies llamó a manifestantes gijoneses a concentrarse a partir de las 17.00 horas en el Paseo de Begoña, punto de partida inicial a la marcha y desde donde decenas de jóvenes recorrieron el centro urbano a través de la calle San Bernardo, Parchís, Santa Elena e Instituto hasta culminar en la plaza de Pelayo.
La plataforma considera que «Asturias es una de las comunidades que ha experimentado una de las mayores subidas en los alquileres y precios de vivienda». Haciéndose eco de datos del informe elaborado por la Unión de Inmobiliarias de Asturias de 2023, subrayan que la edad media de un comprador de vivienda en la región alcanza los 42 años, además de que los precios al alquiler han aumentado 11,3% respecto a los registrados en los mismos meses del año anterior y un 29,5% si se comparan a los datos de 2019, hace 5 años. Las medidas paliativas por parte de las administraciones resultan «parches» para el sindicato asturiano ya que ejemplos como los bonos de alquileres, «se convierten en transferencias directas de dinero público a manos de rentistas y especuladores».
También piden una regulación real a los precios del alquiler, por lo que se muestran contrarios a las medidas que implicará sobre estos la declaración de zona tensionada en Gijón respecto a los alquiler,es. «Esta ley no prevé bajar los precios del alquiler, sino toparlos. Un tope que se aplica en muy reducidos casos, nuevos contratos o grandes propietarios, teniendo en cuenta que la gran mayoría de vivienda en alquiler, se encuentra en manos de particulares, por lo que no ofrecería prácticamente ninguna garantía».
Por todo ello defienden una vida digna, lo que pasa necesariamente, por «una vivienda de calidad, gratuita y universal». «Gratuita porque creemos que no debe mediar precio en el acceso a la vivienda; universal, porque a este modelo debe acceder, por igual, toda persona por el hecho de serlo; y de calidad, porque frente a las alternativas de miseria, reivindicamos condiciones que permitan el desarrollo íntegro de las personas».