Por una calle en Gijón con el nombre de ‘Miguel Escalada’

«Siempre nos unió la música, pero sobre todo la radio»

Hola Miguel. Lo primero que me apetece es darte una bronca “del copón”, mayor de la que te di en diciembre, cuando me contaste que estabas ingresado en Cabueñes por un atasco de tuberías de tanto fumar, según tus palabras. ¡No se puede uno marchar de esa manera Miguelín! Siempre fuiste un transgresor en todo, no podías ser de otra manera. Aunque así te queríamos porque además, nos hacías reír un montón. A veces también enfadabas a más de uno al no tener pelos en la lengua y decir al pan, pan y al vino, vino. Ya sabes eso de que las verdades normalmente ofenden. Pero bueno, a lo que voy. Cierras un capítulo hoy jueves 13 de enero de 2022 con la despedida que te haremos en la iglesia de San Pedro de Gijón a las cinco de la tarde. Maldita la gana que tengo, de verdad, pero allí estaré con compañeros y amigos de Radio Minuto. Allí te conocí y desde entonces guardamos una entrañable amistad unidos por el grupo de WhatsApp “Babayaes al minuto”, del que no pienso borrarte, y también por las noticias musicales que me ibas pasando para ver si tenía un huequín en mis programas de RPA. Siempre nos unió la música, pero sobre todo la radio.

A finales de 1983 aterricé en la calle Jovellanos 1, entresuelo, donde estaban los locales de Radio Minuto, emisora radio-fórmula perteneciente al Grupo Prisa, dirigida por Javier Asenjo. Allí te encontré, yo con 26 y tu diez más. Decías que eras el vieyín del equipo y nosotros los guajes. Esos guajes repartidos entre la redacción y la locución donde nos encontrábamos. Me hacía mucha gracia tu ímpetu, tu forma de hablar tan playa, tan segura, tus conocimientos de la música en Asturias y en el resto del mundo y tu experiencia como cantante en Los Sony’s, Los Chalecos y Salitre. Eras pequeñín de estatura pero enorme de espíritu y corazón, porque ayudabas a todos los artistas allá donde tuvieras un micro como en programas como “La casa del sol naciente”, “Que noche la de aquel día” y “La guardia de Miguel”. En Radio Mar (Cadena Rato, hoy Onda Cero) en tu querido barrio de La Arena, calle Doctor Aquilino Hurlé, colapsabas los teléfonos igual que Jose Manuel “Corazón”, a quien seguramente encontrarás allá donde estés. Porque lo tuyo era la cercanía playa y los escuchantes te adoraban. Tu última incursión en la radio fue en 2011 con Onda Gijón, una emisora que duró unos tres años. De nuevo pasaron por allí multitud de artistas promocionando su trabajo. Nunca paraste de ayudar a este mundo y siempre me pregunté: ¿y quién ayuda a Miguelín?. Acabo de saber que Tini Areces (de quien eras buen amigo), dejó dicho antes de su partida que nunca te abandonaran. Lo han cumplido. Te han ayudado a tener tu nuevo hogar. Me alegró saberlo.

No se si muchos lo sabrán pero me contaste cosas muy curiosas en la última entrevista que te hice en mi programa “El Tren” de RPA el 31 de marzo de 2021, con motivo del galardón AMAS Honorífico que te entregaron en el Teatro Campoamor de Oviedo, por toda tu trayectoria musical. Una de ellas era que tu experiencia con las ondas la tuviste ya de niño porque tu padre, al ser técnico de radio, encendía en casa cuatro o cinco emisoras a la vez. Así por ejemplo, escuchabas varios partidos de fútbol y decías que estabas recibiendo un cursillo acelerado de radio. Y también me decías que la música te cogió de rebote. Eso sí que fue fuerte. Llegaste a confesar que entraste en el mundo musical como cantante para poder ligar mejor. ¿No te digo yo?, mundial. Y que vigilabas, a la chita callando, los autobuses de chicas francesas que venían a ver actuaciones a la ciudad para ver si alguna se arrimaba a tu vera.

El caso es que te metiste en un mundo del que, por aquel entonces, era muy complicado sobrevivir. Bien sabías que había que coger las partituras y el micrófono y largarse a Madrid a ver si había suerte. Lo que pasaba es que contabas con la ventaja de que Gijón tenía las mejores salas de fiesta para actuaciones en directo de gran parte de este país: el Jardín, el Parque del Piles, el Náutico y otras más. Por allí pasaron Julio Iglesias, Raphael, Los Canarios y todos los número uno de España. Por supuesto, tú revoloteando entre ellos, guardando fotos, pasquines, recortes de periódico y anotaciones que poco a poco iban in crescendo hasta formar el mayor archivo musical de Asturias a día de hoy. Un archivo que forma parte de un libro cuya presentación estaba prevista para el pasado mes de diciembre pero tu ingreso en el hospital lo impidió. Tu decías que a ver si se podía en febrero, en el Antroxu, pero lo que es seguro es que tú no podrás presentarlo. Espero que tus hijos puedan hacerlo porque es un documento importante para todos y que ansío poseer.

Fuiste también promotor musical, realizador, con la productora Vieográfica, elaborando videoclips para Stukas, Vicente Díaz, Niti Colsa, Danny Daniel, Pipo Prendes, Cholo Juvacho y Rosa María Lobo, a quien adorabas. Tus últimas intervenciones en un escenario fueron en la presentación de los I Premios Tino Casal de la Música, aunque lo más entrañable fueron tus palabras de agradecimiento con tu merecido galardón AMAS en las manos, tu melena blanca como la nieve y tu traje negro. A tu estilo. Fue fantástico. 

Te recordaré toda mi vida y la imagen de esa foto que nos hizo Isaac Rubio de La Nueva España el 27 de julio de 1992, no se me borrará en la vida. Fueron momentos emocionantes radiofónicos en SER Gijón CONTIGO. Amigo y compañero, bien mereces una calle en la ciudad que tanto amaste con tu nombre: MIGUEL ESCALADA. 

Con todo dolor de mi corazón, hasta siempre Miguelín.