Los romanos llegaron a Gijón atraídos por la presencia de gente que trabajaba los metales. Primero se ubicaron en un magnífico asentamiento de unos 4.000 metros cuadrados en los alrededores, y más tarde prefirieron trasladarse a Gigia, la península que hoy se conoce como el cerro de Santa Catalina y que presumiblemente dio nombre a […]